HABILIDADES RELACIONALES - Coaching Azul
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HABILIDADES RELACIONALES

HABILIDADES RELACIONALES

19:23 29 junio in blog
2 Comments

Los contenidos de la tercera promoción de nuestro ENTRENAMIENTO en COACHING AZUL que comenzamos en abril y que terminará en el próximo mes de Julio, estaban especialmente enfocados en el aprendizaje de habilidades genéricas, transversales o básicas que no solo los ejecutivos y profesionales  deberían dominar, sino toda persona que quiera vivir su vida de forma más consciente, y por tanto con mayor capacidad para la gestión de dificultades.

Precisamente como comentaba en la NOTICIA que publicábamos en nuestro blog el pasado 30 de mayo, con motivo del acto que había organizado la FEDERACIÓN ASTURIANA DE EMPRESARIOS (FADE) en Gijón, entre los trabajadores españoles se echa en falta la formación y por tanto la puesta en práctica de competencias relacionadas con estas habilidades básicas.

Entre ellas, quiero destacar la que será objeto de este post, pues es de gran interés, no solo por lo que significa para el buen funcionamiento de las empresas, centros de trabajo y negocios de todo tipo, sino, y sobre todo, para el crecimiento personal y humano ante la realidad con la que lidiamos cada día.

Esta habilidad es lo que llamamos HABILIDADES RELACIONALES o HABILIDADES PARA LAS RELACIONES INTERPERSONALES.

Lo primero que tengo que decir, es que he leído largo y tendido sobre este tema, así que me he inspirado en varios autores para escribir este post.   Vaya por delante y vuelvo a repetir, que el tema es muy importante para todos, porque en las RELACIONES INTERPERSONALES es donde se genera nuestro mayor número de desdichas o dolor, junto con el TRABAJO o ACTIVIDAD PROFESIONAL, si no gusta o no satisface; pero este es otro tema para otro post.

La capacidad relacional empieza a definirse cuando un niño cuenta aproximadamente con siete años de edad, aunque hoy en día podríamos estar hablando de edades más tempranas, porque las exigencias laborales de los padres, provocan que los niños salgan de su hogar para explorar el mundo y los otros con muy poca edad. Y aunque relacionarse con otros es una necesidad, pronto sentimos que debemos dominar hasta cierto punto la dinámica relacional, de forma que si no lo conseguimos en gran manera, sentimos mucho miedo y esta capacidad no se desarrollará. Será más bien pobre, con los consiguientes trastornos que esto provocará.

Haré una exposición esquemática para tratar dos puntos que me parecen interesantes para comenzar a entender esta habilidad y adquirir más competencias en su desarrollo.

 

  • El primero es: ¿Qué necesitamos para RELACIONARNOS con PODER?

Pues desde mi punto de vista, creo que necesitamos:

1.- Capacidad de relacionarnos con el mundo externo, con los demás de forma autosuficiente. Es decir, relacionarnos sin vender nuestra alma.

2.- Capacidad de establecer lazos firmes con otras personas para crear o generar algo.

3.- Capacidad de gestionar el miedo, porque en altas dosis incontroladas e inconscientes nos replegará hacia la soledad y el aislamiento indeseado.

4.- Capacidad de respetar y de que me respeten. El cotilleo y la manipulación no es respeto hacia los otros.

5.- Capacidad de valorar toda relación que se presente, porque toda relación nos dará información acerca de nuestras propias fuerzas y debilidades. Es decir, toda relación nos dará autoconocimiento. También aquellas que encienden la llama del dolor; sea éste leve, intenso o moderado. Incluyo las conflictivas o muy conflictivas.

6.- Capacidad de unirnos con personas que nos hacen crecer y evitar las que obstaculizan este crecimiento. La atención es como el agua, así que tú elijes qué planta quieres que crezca . Si no le das agua, se marchita, se extingue.

7.- Capacidad de darnos cuenta de que ninguna relación es ideal o perfecta y que todos tenemos interminables decepciones.

Por tanto como no podemos controlar o manipular el mundo exterior, aunque lo intentemos, sí podemos y debemos tratar nuestro mundo interior (pensamiento, sentimientos, actitud, automotivación, comportamiento) ante lo que ocurra ahí fuera.

8.- Si elegimos una relación, lo importante no es la elección, porque si nos centramos en haber tomado o no la decisión correcta, nos adentramos en una espiral interminable de incertidumbre e insatisfacción. Pensaremos que había otras posibilidades y nos preguntaremos si serían mejores que ésta…

Lo importante es que una vez tomada la decisión y la elección, podamos influir sobre lo que venga o resulte.

 

  • En segundo lugar, gracias a algunos casos anónimos prácticos, propondré algunas preguntas para la reflexión en su gestión. Al ser preguntas no personalizadas, no trabajan cuestiones concretas, evidentemente; pero sí invitan a la exploración si te ves reflejado en alguno de los supuestos que se comentan:

 

1.- “Es muy competitivo. Le gusta lucir, ser el prota. Si le dieran un escenario, no bajaría del mismo…”

  • ¿Cómo defiendes tu parcela y tu creatividad?
  • ¿A qué esperas para lucir tú y desplegar tu talento?
  • ¿Qué pasaría si le apoyas alguna vez, en concreto cuando crees que se lo merece?
  • ¿Solo quieres los reconocimientos para ti?
  • ¿Te resulta imposible compartir éxito con otro?
  • ¿Dónde crees que está la raíz de tu inseguridad?

 

2.- “Es como si fuese una autista profesional. Está en su mundo. No me escucha, me resulta imposible comunicarme con ella”.

  • ¿Te apoya de alguna manera?
  • ¿Es buena compañera para resolver problemas manteniendo la calma?
  • ¿Se da cuenta de aspectos que no percibís el resto del equipo?
  • ¿Qué papel le darías en el equipo para aprovechar sus fortalezas?
  • ¿A qué se debe que tú  no te detengas a reflexionar en profundidad los temas importantes?

 

3.- “Está juzgando sin parar. Critica todo. Es increíble».

  • ¿Ayuda en la planificación de los proyectos?
  • ¿Te estás exigiendo demasiado como él hace con los demás?
  • ¿Reconoces tu valía o nunca es suficiente como le pasa a él?
  • ¿Le has reconocido públicamente lo bien que se ocupa de los detalles?

 

4.- “Si las cosas no se materializan como ella las concibe, se enfada con nosotros. Pretende atravesar una pared antes de buscar alternativas…”

  • ¿Qué hacéis tú y ella para ser más creativos?
  • ¿Te paraliza su enfado o puedes buscar alternativas para que no se obceque?
  • Si ella se enfada, ¿te enfadas tú aún más?
  • ¿Sois más tolerantes que ella en todo?

 

5.- “Lo controla todo. Nos inspira, pero luego pretende ser como nuestro dueño».

  • ¿Cuánta energía pones tú en los proyectos?
  • ¿Qué haces para buscar tu propia inspiración y no sentirte inseguro por depender de él?
  • ¿Cuándo vas a funcionar por tu cuenta?
  • ¿Cómo le agradeces que os haya inspirado? ¿Crees que le debes algo por ello?

 

6.- “Tiene un sentido de la rectitud que me agobia. Casi nunca se relaja”

  • ¿Eres muy exigente con ella?
  • ¿Te tomas muy en serio las cosas?
  • ¿Compartes con ella tu sentido del humor o también te cuesta encontrar el sentido del humor de las cosas?

 

7.- “Cree que lo sabe todo. Siempre nos dice lo que tenemos que hacer”

  • Si no sabes que hacer, ¿le preguntas a él?
  • ¿Cuántas veces es siempre? Por ejemplo en este mes pasado.
  • Si te equivocas ¿qué puede pasar? ¿Es grave equivocarse y cometer errores?
  • ¿Cuándo estás muy obcecado con algo y has descansado, se ha llegado a resolver más tarde sin tanto esfuerzo?
  • ¿Dejas de pensar alguna vez en el día?

 

8.- «Es una mandona y casi siempre quiere que se haga lo que ella dice».

  • ¿Qué tipo de observadora es ella? ¿Aporta buenas observaciones al grupo?
  • ¿Cómo defiendes tus decisiones ante ella? ¿Te arrugas y claudicas?
  • ¿Qué te hace sentir?
  • ¿Cuándo consigue las cosas limpiamente, sin manipular, se lo reconoces?
  • ¿Te dejas manipular por ella?
  • Si se victimiza, ¿qué haces?
  • ¿Te victimizas a menudo renunciado a tu poder personal ante las adversidades?

 

9.- Tiene un ego que mete miedo.

  • ¿Tienes una relación de dependencia con él?
  • ¿Valoras su criterio cuando es acertado? ¿Se lo reconoces?
  • ¿Qué necesitas de esa persona que tanto te importa?
  • ¿Has observado si le influye todo mucho o más bien deja fluir las cosas? ¿ Y tú?
  • ¿Has dejado al azar alguna cuestión últimamente?
  • ¿Confías en tu intuición o solo en su criterio?

 

Para finalizar, utilizaré una frase que me encanta de Antoine de Saint-Exupéry que escribió en su novela corta «EL PRINCIPITO»  y que dice así:

«No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo».

 

 

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2 Comments
  • Tomás Prieto 16:35h, 25 julio Responder

    Como siempre genial post . . . enhorabuena ¡¡¡ todavía no has escrito para A Mediar, anímate y publicamos un post chulo de Coaching Azul en mi blog . . . Win/Win

    • Marta Antuña 19:36h, 25 julio Responder

      Qué Ilusión, Tomás. ¡Eso esta hecho!

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