PSICONUTRICIÓN, LAS TRES PATAS DE LA SALUD - Coaching Azul
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PSICONUTRICIÓN, LAS TRES PATAS DE LA SALUD

PSICONUTRICIÓN, LAS TRES PATAS DE LA SALUD

19:57 15 diciembre in blog
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Hace tiempo que en Coaching Azul Global Coaching Solutións seguimos las publicaciones y el trabajo de ELÍA FRÍAS, psicóloga, experta en psico-nutrición y escritora. Así que le hemos pedido que escriba sobre este tema tan importante para el ser humano como es la PSICONUTRICIÓN y el valor que aporta a nuestra salud.

Antes le hemos pedido que nos hable sobre ella para acercarnos más a su persona así como a su trabajo:

Elia Frías Moreno nació el 25 de noviembre de 1972. Aunque siempre se sintió fascinada por el comportamiento humano, la creatividad y los procesos de pensamiento, realizó estudios de Técnico Superior en Administración de Empresas. Viajó a Irlanda para aprender el idioma mientras trabajaba como au-pair. Acabó realizando un manager training durante dos años en el Court Hotel Killiney Bay de Dublín. Trabajó durante varios años en diferentes empresas del mundo de las finanzas, siendo la última la multinacional Necomplus España, donde pudo poner toda su creatividad en marcha en los procesos logísticos. Se licenció en Psicología por la UNED, y entre el 2007 y el 2010 escribió 3 libros cuyos protagonistas eran sus hijos: “Guía para padres”, “Tútume, el valor de la actitud” y “Cuentos para contar contigo”.

En 2008 creó la empresa GlobalPsique donde trabaja como Psicóloga en su centro ubicado en Luarca. Apasionada de la formación, trabaja para empresas e instituciones ofreciendo talleres especializados in-company. Siempre estuvo interesada por el mundo de la nutrición y su impacto en el comportamiento, en 2012  realizó un experto universitario en Nutrición en la Universidad Complutense de Madrid, desarrollando así programas de Psiconutrición personalizados. En 2017 realizó un máster en prevención y tratamiento de adicciones con y sin sustancias por la universidad de Valencia.

 

Y Elía nos dice:

Siempre me interesó mucho la nutrición, concretamente por su poder motivacional en el ser humano y la forma en que ocurren los procesos desadaptativos que tienen que ver con la ingesta de alimentos. La Psiconutrición es una disciplina que se basa en 3 pilares fundamentales: Qué, cómo y cuánto comes; qué, cómo y cuánto piensas y, por último; qué, cómo y cuánto te mueves. Son 3 patas fundamentales que aguantan el peso de la mesa de tu vida, si una de ellas falla, las otras dos se ven influidas y afectadas. En muchas ocasiones nos centramos en qué comer y no tanto en el cómo. La Psiconutrición enseña a comer con un ritmo lento, con una técnica concreta que estimula el “comer consciente”, pues ¿no es un acto sagrado y fundamental comerte un plato de lentejas? ¿Te imaginas si no tuvieras comida, cuánta importancia le darías a esas humildes legumbres? Comemos desconectados y, mágicamente, los alimentos desaparecen en nuestra boca y ¡ya está!  Nada más lejos de la realidad. Intenta ir más allá y piensa el impacto que esos alimentos tendrán en tu cuerpo y en tu mente.

Si estas tres partes, esto es, lo que comes, lo que piensas y cuánto te mueves, obtienen el cuidado y la atención necesaria, el resultado es una persona sana y feliz.

Actualmente la forma de comer y los trastornos de la alimentación son un buen indicador del estado psicológico que presenta un ser humano. Vivimos en una sociedad de “bienestar falso”. No es posible tener paz con la velocidad supersónica a la que nos movemos. Es en esa vorágine sin sentido donde perdemos el rumbo y nos olvidamos de lo más importante; alimentarnos, realizar ejercicio físico y disciplinar el pensamiento. Ponemos el foco en un objetivo erróneo; los “tengo que”, y obviamos lo más importante: la salud de nuestro cuerpo, el vehículo que durante toda tu vida te va a conducir por este sendero llamado Vida. Tanta aceleración no permite que prioricemos correctamente y empezamos a dejar cosas importantes sin hacer; besar a nuestros seres queridos, llamar a nuestros amigos (pulsando numeritos) y hablar con palabras reales (no con mensajes), darnos tiempo propio… conocer a los demás te ofrece mucha información, conocerte a ti te puede conducir a la paz interior y para ello necesitas TU TIEMPO.

Es importante tener un ritmo de comidas (entre 5 ó 6 al día) regular, para mantener un nivel de glucosa adecuado y no maltratar a nuestro páncreas. Es posible que en una de esas comidas, un día tengamos un problema y comamos impulsivamente, sin ser conscientes. Este truco que os voy a dar no sólo es para cuando tengamos un mal día, sino para incorporarlo en vuestra dinámica de comidas habitual: Antes de lanzarnos como lobos a comer, hay que poner el alimento en un plato o cuenco, ¡prohibido comer de una bolsa, podemos perder el control! Después miramos el alimento durante 1 minuto; sea para decidir si lo queremos comer conscientemente o es un impulso. También me gusta dedicar este minuto a agradecer ese alimento que voy a ingerir, así propulsamos el comer consciente. Es un truco que no falla. El hambre emocional ocurre en períodos en los que la persona está hipersensible y generalmente presenta ansiedad. Antes de comer aparece la ansiedad, y el afecto negativo que siente,  acaba en una “intoxicación” de comida que no hace más que acelerar el círculo vicioso. Es muy importante pedir ayuda a un profesional cuando no es posible el control y re-equilibrio de la ingesta normalizada. Como estrategias generales suelo recomendar; tener un plan de comidas planificado. En vez de hacer dieta restrictiva, propongo ingerir sólo alimentos naturales, lo más variados posibles y de temporada. Desaconsejo la ingesta de alimentos industriales y procesados, comer lentamente (15 masticaciones de media por bocado), minimizar al máximo el consumo de azúcar y aumentar  el consumo de frutos del bosque. El deporte es muy importante porque al hacerlo segregamos endorfinas y serotonina, fundamentales para sentir bienestar y paz interior. Mantener y conservar las relaciones sociales es esencial para normalizar el patrón de comidas y evitar el aislamiento. Recomiendo los siguientes alimentos para saciar ese “hambre emocional”. Los alimentos que contengan triptófano como: huevo, dátiles, pollo,  sésamo, legumbres, plátanos y almendras entre otros. El triptófano es un aminoácido esencial que promueve la liberación de serotonina, neurotransmisor involucrado en la regulación del sueño y el bienestar. La falta de triptófano puede causar ansiedad, insomnio y estrés. Es importante que el triptófano que consumimos provenga de una alimentación muy variada y de temporada, pues para una buena metabolización del triptófano se necesitan buenos niveles de vitamina B6 y magnesio. Lo mejor es comer de todo en su cantidad justa. Como actividad saciante y beneficiosa para disminuir la ansiedad, recomiendo una actividad física suave, por ejemplo caminar a buen paso durante 1 hora, así como ejercicios de meditación y conciencia plena (mindfulness). Para finalizar, creo que uno de los mejores “saciantes naturales” es la ilusión. Cuando visualizamos un objetivo que nos gustaría cumplir, la ilusión genera la motivación y las dos fomentan el esfuerzo. No hay nada que valga la pena que no cueste esfuerzo y TÚ vales la pena.

Elia Frías Moreno

www.globalpsique.es

info@globalpsique.es

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